ARQUITECTURA Y CINE (XXX)
Primavera, verano, otoño, invierno y... primavera (Bom yeoreum gaeul gyeoul geurigo bom, Ki-duk Kim, 2oo3)
"Primavera, verano..." es una de esas películas en las que lo verdaderamente importante es el respeto hacia la naturaleza y la fusión entre ésta y el ser humano. La película se centra en la vida de un joven monje tibetano que debe aprender de su maestro a vivir como tal y siempre en armonía con lo que le rodea. El paso de las estaciones marca el paso de la vida y los cambios que se producen en ella. La arquitectura se reduce a la mínima expresión, mediante una pequeña cabaña-templo de madera que flota en medio de un gran lago, de forma que la única manera de acceder a ella sea a nado o mediante una barca en las estaciones cálidas, y a pie en invierno a través del hielo.
La pequeña cabaña parece ser el único elemento inmune al paso del tiempo, mientras que los monjes envejecen con cada nueva estación. En primavera podemos ver al joven monje y su forma de descubrir lo que le rodea. En verano, el joven monje está en la pubertad y empieza a tener sentimientos hacia una chica. En otoño, el monje, ya de 30 años, vuelve al templo tras vivir una larga temporada en la sociedad contemporánea, la cual le ha corrompido como persona. En invierno, el monje, ya una persona madura, está preparado para llevar la vida de su maestro.